El poder del compromiso
El poder del compromiso
Conseguir un elevado nivel de engagement por parte de los colaboradores de una organización mejora significativamente su funcionamiento, además de resultar el antídoto más eficaz contra la fuga de talentos. Alcanzar ese reto pasa necesariamente por poner a las personas en el centro, impulsando una cultura de empresa basada en la transparencia y que fomente aspectos como el empoderamiento y el desarrollo de los trabajadores, la responsabilidad social corporativa y la flexibilidad.
15 de mayo de 2018
La buena gestión del compromiso en una compañía logra que el rendimiento de los trabajadores se eleve hasta el 300%, y reduce el absentismo laboral hasta en un 37%, como demuestra el estudio “La lógica del Compromiso: Una palanca crítica para cambiar”, realizado por la consultora de talento y transformación digital Watch&Act.
Eduard Cambra, socio de Euromanager, valora que “una compañía que cuida a sus empleados y que trabaja por obtener un alto nivel de compromiso se beneficia exponencialmente de un ambiente de trabajo sano, que estimula la cooperación interna y facilita la innovación y la mejora continua. Los empleados comprometidos y satisfechos con su entorno laboral están dispuestos a ofrecer un mayor rendimiento y se esfuerzan, si cabe, más aún”. Además, Cambra destaca que “el mercado ‘habla’ : la cultura de una empresa se extiende y la imagen y reputación como empleador se difunde en positivo, siendo este un factor importante a la hora de atraer nuevo talento”.
La realidad: empleados poco implicados
Si bien cada vez más organizaciones se orientan hacia este objetivo, los datos ponen de manifiesto que queda mucho camino por recorrer: actualmente tan solo un 13% de empleados se siente comprometido con su trabajo, según el estudio “Compromiso: el motor clave del rendimiento de la organización”, elaborado por ADP.
Ante esta situación, Eduard Cambra sostiene que “el entorno de empresas digitales y/o start-ups, y de una forma más generalizada en culturas como la americana, es claramente más sensible a los aspectos emocionales y de vinculación del empleado con la compañía, con su puesto y con el proyecto colectivo de la organización”. ¿Y qué sucede en nuestro entorno más próximo? “En España se producen avances también es este sentido; no en vano, las nuevas generaciones que se incorporan al mercado laboral lo hacen ya con unas prioridades y expectativas distintas en su relación con la empresa”, señala Cambra.
5 claves para fomentar el compromiso
1- Ante todo, honestidad y transparencia. El empleador ha de crear un entorno de comunicación abierta con los empleados, para que sientan que la empresa es auténtica y transparente en la relación y la comunicación con las personas de la organización. Una relación de confianza mutua incrementa la implicación de sus colaboradores, su libertad para aportar propuestas, poner en valor sus capacidades y dar feedback y, por lo tanto, constituye una base de su compromiso con la compañía.
2- Mayor orientación hacia las personas. Un empleado está dispuesto a dar el 100% o el 120% en su trabajo dependiendo de lo que percibe que está recibiendo de la empresa. Es una conducta natural querer entregar más y mejor en respuesta a una empresa que te cuida, que se preocupa por ti, por tu crecimiento profesional y por tus inquietudes. Formación, planes de carrera, eventos corporativos, acciones de team building, recompensas no monetarias, reconocimiento público de los logros y del esfuerzo son algunas de las herramientas para avanzar en esta línea.
3- Impulso decidido al empoderamiento. En general, las personas reaccionan positivamente al estímulo que deriva de la responsabilización. Por tanto, es importante saber delegar, otorgar un mayor espacio de responsabilidad en que los empleados puedan desarrollarse y materializar aportaciones de valor. Un empleado que se siente tomado en consideración y responsable de una parcela, ve su compromiso con la compañía y el proyecto reforzado.
4- Hacia una verdadera conciliación. Una cultura bien establecida de valoración del trabajo por los resultados obtenidos y de medición del desempeño en base a los objetivos alcanzados -y no al control de su tiempo- facilita la capacidad de los empleados para adecuar sus horarios y conciliarlos con sus necesidades personales. Esta tendencia hacia la flexibilización conduce a que tener empleados más productivos, contentos y comprometidos con su compañía.
5- Más iniciativas de responsabilidad social corporativa. La mayoría de las personas disfrutan ayudando a los demás y se sienten reconfortados ante la idea de colaborar de forma altruista. Las políticas de RSC participativas, que invitan al empleado a sumarse a iniciativas corporativas con fines sociales, incrementan el orgullo de pertenencia al grupo y la satisfacción consigo mismos de los empleados que tienen oportunidad de colaborar.